La
belleza del futbol americano es su versatilidad; no importa cuántos años lleves
viéndolo o jugándolo, en el momento menos pensado puede suceder algo simple y
sencillamente extraño.
A
nivel de arbitraje, sucede algo similar, aunque con una ligera diferencia: el
estudio constante y la comprensión del Reglamento como un todo permite que esa
situación extraña sea diferente, mas no desconocida.
Jugadas
como estas no solo acontecen en la NFL o en la NCAA, sino también en el
Campeonato Nacional.
La
jugada
Si
bien no es la descripción exacta, esta situación sucedió realmente y, dada su particularidad,
es que deseo en las siguientes líneas tratar de explicar cómo indica el
Reglamento de la IFAF (Federación Internacional del Futbol Americano, por sus
siglas en inglés) que se debe sancionar esta jugada.
La
jugada en cuestión es la siguiente:
1&10
en la yarda B-20. Durante una jugada de pase, A73 agarra a B32 en la yarda B-19,
permitiendo a A17 hacer un pase. El pase es atrapado por A89, que corre hasta
la zona de anotación y cruza la línea de gol. Luego de que ha terminado la
jugada, A80 golpea a B54 en la yarda B-1.
Parece
una jugada típica, sencilla y de fácil aplicación, ¿no?
Pues,
no lo es. En la jugada arriba descrita,
existen 2 diferentes faltas, que se aplican en forma diferente, por separado y que
por la forma en que se dan no es una situación normal.
Las
faltas
Empecemos
por indicar cuales faltas se dieron en esta jugada. En la jugada se dieron 2 faltas
diferentes. En primer lugar, se da el
agarrando por parte de A73 sobre B32 en la yarda B-19, por cumplirse lo
estipulado en la Regla 9-3-3-b-2.
Además
de esta falta, y luego que la jugada termina, se da una falta personal de A80 por
golpear en forma tardía a B54 en la yarda B-1, por haberse violado la
prohibición de la Regla 9-1-7-a
Si
se hubiesen dado por separado, estas faltas deberían de aplicarse de la
siguiente manera:
El
agarrando se castigaría de acuerdo a lo indicado en la Regla 9-3-3-b-2, sea,
con un castigo de 10 yardas aplicado desde el punto previo de jugada y se
repite la oportunidad.
El
golpe tardío se castigaría de acuerdo con las reglas 9-1 y 10-2-5-c, las cuales
indican que, por ser una falta en bola muerta que se dio posterior a la
anotación y antes de que el balón estuviese listo para jugar nuevamente, es un
castigo de 15 yardas aplicable en el punto extra o en la patada libre, a
elección del equipo ofendido.
Reitero,
esto sería así si en la jugada se hubiese dado solamente una de estas faltas,
pero al darse ambas en la misma jugada, la cosa no es tan fácil.
La
regla 10-2-6
La
situación que se describió anteriormente, y que es una jugada real, es que se
dieron 2 faltas que, de verse sin darse un segundo a la reflexión, parecería fácil
determinar su aplicación. Cualquiera
podría decir que se aplica la Regla 10-1-3, la cual indica que cuando, en una
jugada, un equipo comete 2 o más faltas en na jugada de bola viva, el equipo
ofendido tiene la obligación de aceptar uno solo de estos castigos y debe de
declinar el resto.
Lo
que parece olvidarse en este caso, es que no se trata de 2 faltas en bola viva,
sino que se trata de una falta (un agarrando) en bola viva por un lado y otra
falta (el golpe tardío) en bola muerta.
¿Qué hacer en este caso?
A
pesar de ser algo poco conocido, el Reglamento de la IFAF determina con
claridad que se debe hacer en estas situaciones.
La
Regla 10-2-6-b indica claramente que, en el caso de que en una jugada se hayan
dado faltas en bola viva y posteriormente a finalizada a esa jugada y antes de
la siguiente se den faltas a bola muerta, sin importar cual equipo las haya
cometido, las faltas serán sancionadas por separado y en el orden en que
ocurrieron. Esto sin que se permita la
cancelación de faltas, ya que una falta
en bola viva no puede cancelar una falta en bola muerta (Regla 10-1-6-a).
Aplicación
concreta
Así,
en la jugada que se describió supra, existió, como ya indiqué, una falta en bola
viva y otra en bola muerta. Así, deben
de aplicarse por separado ambas faltas, tomando en cuenta el orden en que
ocurrieron.
Siendo
así las cosas, el castigo que se debe aplicar, tal y como se hizo en el juego
en que aconteció esta situación, es: Se cancela la anotación. Se sanciona el
agarrando con 10 yardas de castigo desde el punto en que salió la jugada. (Regla 9-3-3-b-2).
Una
vez que se penalizó esta falta, hay que castigar el golpe tardío, el cual ya no
se puede administrar como posterior a una anotación, sino que debe
administrarse de acuerdo a la Regla 10-2-2-a, siendo que el siguiente punto es
el lugar donde se colocó el balón luego de aplicado el castigo por el
agarrando.
Para hablar de yardas, y tratar de comprender entonces,
explico que por el agarrando, se castiga con 10 yardas y se coloca el balón en
la yarda B-30. Desde esta yarda B-30 es
que se castiga el golpe tardío, falta que tiene un castigo de 15 yardas, siendo
que al final de la aplicación de ambos castigos, el equipo A tuvo un 1&35
en la yarda B-45.
Elemento de confusión
Si aún no le cierran los números por un castigo de 25
yardas, no se preocupe. Esta situación
de faltas en bola viva y faltas en bola muerta son poco frecuentes. Además, existe la diferencia entre la NFL y
la IFAF, siendo que en la IFAF se deben aplicar los castigos como se describió
supra, mientras que en la NFL se aplicarían solamente el castigo mayor desde el
punto en que salió la jugada, tal como indica la Nota de la regla 14-3-1-1.
¿Se podría declinar algún castigo?
Aunque poco probable, en la jugada que menciono el equipo
ofendido hubiese podido declinar alguno de los castigos, siendo que se daría la
aplicación individual de la falta aceptada, tal y como describí anteriormente.
La
importancia del estudio
Parece redundante indicar que, a nivel nacional, los
diferentes árbitros de futbol americano, y los que tienen la responsabilidad de
ser referees principales, estudian constantemente las mecánicas, reglamentos,
videos y otros elementos educativos, con el fin de aplicar con un alto grado de
certeza el Reglamento en cada partido.
Así, en situaciones en las que parece existir un
conflicto de reglas o en una jugada poco común, podemos de forma célere y
acertada tomar la decisión que se ajusta a lo indicado por el Reglamento y que
más beneficia al espectáculo, a los jugadores y al deporte en general.