Una vez iniciada la temporada regula de la NFL, se reinicia
la fiebre por el futbol americano en nuestro país.
Para el arbitraje nacional, es una época de contrastes. Si bien por un lado es bueno porque se
intensifica el estudio, tanto individual como colectivo y se inician las capacitaciones
de la Asociación de Árbitros de Futbol Americano, por otro lado es malo porque
nuevamente se echa de menos la práctica en el emparrillado.
Sí, para los aficionados a este deporte a nivel nacional,
parece extraño esto último, máxime que es a partir de estas épocas cuando los
equipos se dedican con más intensidad a los entrenamientos y se empiezan a dar
algunos partidos de práctica y de pretemporada.
En los 3 años que llevo en este deporte, hay un elemento que
no se ha dado: una buena pretemporada para los árbitros. Pero para ello, hay que entender que
pretemporada no es solamente un conjunto de partidos previos al inicio de la
temporada regular. La pretemporada se
inicia desde que reinician los entrenamientos hasta minutos antes del partido inaugural
de la temporada regular.
Es por esto que en la pretemporada, a nivel del arbitraje
nacional, considero que es importante que se nos permita a los árbitros pisar
el emparrillado para hacer nuestra labor.
Solamente en la cancha, al pitarles a los equipos, es que podemos poner
en práctica las diferentes mecánicas del arbitraje, la interpretación de
jugadas, el conocimiento de la aplicación de castigos, entre otros elementos
propios de cada partido.
Solamente en estas prácticas es cuando cada uno de nosotros,
como árbitro, podemos conocer y valorar nuestro temperamento en la cancha, nuestro
conocimiento de las reglas y la capacidad para interpretarlas; solamente en
estas prácticas es que nos es posible practicar y mejorar la comunicación entre
nosotros mismos como árbitros, así como mejorar nuestra comunicación con
jugadores y entrenadores.
En estas prácticas además, es donde es posible para los compañeros
encargados de la parte administrativa de la Asociación de Árbitros, así como
los árbitros más experimentados, pueden analizar al resto de compañeros y
orientarlos, así como también permite el mejoramiento como compañeros de todos
por igual.
Ojo, que he dicho prácticas y no partidos de
pretemporada. Si a alguien le ha
parecido curioso esto, es por una pequeña y simple razón: las prácticas
arbitrales se pueden dar no solo en los partidos, sino en los entrenamientos de
los equipos.
Si bien es una práctica poco utilizada por los equipos
nacionales, para la NFL no es desconocido que, en los "colectivos" de
los entrenamientos, los equipos antes de iniciar la temporada llamen a los
referees para que les piten.
Esta colaboración con el arbitraje es sumamente importante;
permite que los árbitros nuevamente se adecúen al ritmo de juego, así como para
consultar, evaluar y conocer jugadas, formaciones y mecánicas de los equipos
para minimizar errores en la temporada regular.
Además, a los equipos les permite conocer la legalidad de su accionar,
así como algo que, he de ser honesto, falta en nuestro ámbito: una buena
comunicación árbitros-jugadores-entrenadores; que se echa de menos por la falta
de contacto previo al inicio de la temporada y que genera muchos malentendidos
y no pocos roces en el campeonato.
Además de estas prácticas, y con una fuerza mayor, están los
partidos de pretemporada. Todos los
encuentros a los que nos llamen, nos permiten conocer y avanzar mucho como
árbitros, y muy especialmente, nos ayuda a minimizar posibles errores, previo
al campeonato nacional.
De darse estas situaciones, podríase evitar los comentarios que se dan toda la primera
mitad de la temporada, acerca de la inconsistencia de los grupos arbitrales, la
cual admito que se da, por la misma falta de prácticas y partidos previos a la
temporada.
Al momento en que redacto estas líneas, se han realizado ya
3 diferentes partidos, los cuales han dado sus frutos. Y se tiene conocimiento de unos 2 o 3
encuentros más, por confirmar. Si se
concretaran estos y unos encuentros más, la temporada 2014 sería una gran temporada
arbitralmente hablando; no porque nos haría árbitros perfectos -siempre estamos
expuestos a equivocarnos-, sino que minimizaría en gran medida los errores,
para así realizar una mejor labor en cada partido.
Además, se daría un acercamiento tal con los equipos, que
permitiría la implementación de mayores elementos propios del reglamento de la
NCAA, así como la toma de decisiones y la aplicación de acciones
administrativas dentro del campo que agilizarían el juego.
Ojalá que este impulso en tomar más en cuenta a los árbitros
nacionales se dé con más fuerza; al elevar el nivel de los árbitros nacionales,
se elevará el nivel de los jugadores nacionales, el nivel del campeonato por
cuanto habrá un juego más acorde a las reglas y con menos faltas. Y quien quita, que este mejorar, sea lo que
lleve a nuestro país en un futuro cercano a Suecia...